Consulté la hora de la puesta del Sol y salí disparado hacia La Zurriola...; llegue tarde: el Sol ya no estaba -aunque sí su resplandor- y anocheció con una rapidez inusitada, o al menos eso me pareció.
De modo que me vi 'a oscuras', con dos cámaras al hombro y una hora por delante: pues intenté aprovechar la ciricunstancia. Hacía tiempo que no hacía fotos por la noche y esta era la ocasión, además el cielo estaba limpio y la temperatura era agradable para un paseo por la orilla del Urumea.
He aquí una pequeña muestra de la ocasión:
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