Bien acompañados,
como el año pasado y los anteriores, hemos hecho las ya clásicas minivacaciones de otoño: hemos pasado
unos días en Sevilla (capital). La hemos recorrido a pie, en autobús... y no
hemos terminado con ella: hay un amplio espacio entre la Pl. de España y el
estadio Benito Villamarín, trufado de edificios singulares, digno de detenida
observación; sin duda un perfecto pretexto para volver, amén de una ojeada a la provincia.
Esta muestra simplificada contiene imágenes del
Barrio de Santa Cruz; la Plaza de España; la iglesia del Divino Salvador -el
segundo tempo más importante de la diócesis y uno de los más bellos de Europa,
un auténtico tesoro del barroco español-; cómo no, la catedral gótica (la más
grande del mundo con 126 x 83 metros, 37 de altura máxima en el crucero y la
torre de La Giralda, a 96 metros del suelo, con unas vistas asombrosas de la
ciudad); la Torre del Oro, mirando a la Torre Triana; el Guadalquivir y un
pequeño aunque bien surtido mercado de Triana.
He echado de menos mi trípode -o al menos el monopie- en las nocturnas, pero no se puede tener todo...
Vamos allá:
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Santa Cruz |
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Ayuntamiento |
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Metropol Parasol (las setas de Sevilla) |
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Plaza deEspaña |
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Puente Cristo de la Expiración (Puente del Cachorro) |
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Bar Plata (Macarena) |
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Ig. del Divino Salvador |
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Catedral |
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Vistas desde La Giralda) |
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Catedral |
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Torre del Oro |
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Guadalquivir |
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Catedral |
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Mercado de Triana |