Regresando
de una estupenda boda en Córdoba, decidimos hacer el viaje de dos veces,
aprovechando la parada intermedia para visitar la ciudad de Ávila.
Los
orígenes de Ávila hay que buscarlos en una rama de los Celtas, los Vettones,
que allá por el 2.500 a. C. se asentaron por aquellas tierras. Posterormente
por allí anduvieron los romanos, los visigodos, los musulmanes,… y así llegamos
al s. XVI, en el que Ávila vive su apoteosis: se levantan grandes palacios,
príncipes y reyes visitan la ciudad, y nace su figura posiblemente más
universal: Teresa de Cepeda y Ahumada, también llamada Teresa de Jesús. Los
siglos posteriores, con el traslado de la corte a Madrid, dejan las posesiones
de los nobles abandonadas y la ciudad pierde todo su impulso. La llegada del
ferrocarril a finales del s. XIX y su proximidad a la capital del reino vuelven
a poner a Ávila en el candelero. En el s. XX deja atrás la decadencia y
comienza a crecer en población. Actualmente supera los 60.000 habitantes, y en
1985 es declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad. Tiene la
típica estructura urbanística medieval y su bien conservada muralla rodea el
centro antiguo, trufado, como hemos dicho, de palacios y casonas nobles.
Parece
que no tenemos suerte con las iglesias: llegamos a Ávila un domingo a mediodía
y nos fuimos el lunes, también a mediodía. La iglesia de san Pedro estuvo
cerrada la tarde del domingo y la mañana del lunes (al menos entre las 9 y las
10 de la mañana); fuimos a la basílica de san Vicente, con el templo iluminado
(¡espectacular!) y había culto: prohibido turistas; dejamos la catedral para el
lunes: la entrada cuesta 4 euros y no dejan hacer fotos, por lo que declinamos;
digo yo que si el “mal de la piedra” que afecta seriamente al exterior, también
lo hace en el interior: las fotos le
roban el alma a la piedra, y esta muere poco a poco, si no, no me lo explico
(ah, no utilizo flash). Sus razones tendrán, aunque no las explican, de modo
que o es la hipótesis comentada o es el estupendo placer de prohibir por
prohibir. El lunes la muralla estaba cerrada, entendámonos, no se podía pasear
sobre ella: tiene la consideración de museo y descansa. No creo que volvamos.
Ávila desde Los Cuatro Postes |
Convento de Santa Teresa |
Basílica de san Vicente
La
basílica de san Vicente es el gran modelo de románico avulense, cuyas bien
cuidadas proporciones la convierten en el gran ejemplo del románico hispano. Se
levanta en el lugar donde la tradición señala que fueron martirizados Vicente,
Sabina y Cristeta (año 306 d.C.). Su construcción se inicia en el 1130 y se
prolonga hasta finales del s. XII. El material utilizado para la construcción
es la “piedra caleña”, una arenisca de tonos amarillentos y anaranjados -alto contenido
en óxidos de hierro-, proveniente de las canteras de La Colilla, pueblo cercano
a Ávila.
Iglesia de san Pedro
Está
situada en la plaza del Mercado Grande, frente a la Puerta del Alcázar. Su edificación
se inició hacia el 1100. Se trata de una iglesia de planta de cruz latina con
tres naves de cinco tramos rematados en la cabecera por tres ábsides
escalonados. Posee tres puertas, siendo la norte la más valiosa: tiene cinco
arquivoltas de medio punto, algunas con decoración de rosetas, zigzagueados y
puntas de diamante. Sobre ella, un gran rosetón gótico.
Catedral del Salvador
Parece
que en el mismo solar existió una iglesia mozárabe, probablemente erigida en
tiempos de Fernán González (910-970). El cristianismo se dedicó con ahínco a
destruir cuanto vestigio de otros cultos halló en su camino, aprovechando,
desde luego, el lugar y los materiales para edificar sus propios templos.
Raimundo de Borgoña ordenó construir el que nos ocupa, que se edificó entre los
años 1091 y 1107, siendo por ello una catedral al estilo románico de la época.
La
obra debió parecerle pequeña a Alfonso VIII, que ordenó derribarla y edificar
otra de mayor prestancia y más vanguardista, al estilo de lo que se construía
en Francia, de donde se importaron las primeras formas góticas borgoñonas; se
comenzó a edificar en 1172, con piedra berroqueña.
La fachada principal está en obras, el mencionado "mal de la piedra" parece estar produciendo estragos. Una lástima.
Muralla de Ávila
A
fin de no alargar más el relato, os recomiendo visitar la web http://muralladeavila.com/es/,
donde encontraréis abundante información al respecto.
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