En
arquitectura, se denomina remate a todos los elementos que se colocan sobre la
construcción para coronarla o adornar su parte superior. (Wikipedia).
Existen
diversos tipos o modelos pero, como soy absolutamente lego en la materia, me
limitaré a mostrar los que habitualmente se ven caminando por las calles de San
Sebastián, con el simple gesto de levantar la cabeza hacia los tejados.
En
mi opinión los hay realmente agradables a la vista. Algunos han sido
utilizados, dada su altura, para colocar todo tipo de antenas; una lástima pues
los hay realmente buenos… afeados por las dichosas antenas.
En
un principio los remates se reservaban solo para los edificios emblemáticos de
la trama urbana, como ser las torres de las catedrales y de los castillos
medievales; los edificios de gobierno en Grecia y el Imperio Romano; incluso en
el Zigurat de Babilonia. El paso del tiempo, los avances culturales y técnicos
fueron trasladando esta necesidad icónica a prácticamente cualquier tipo de
edificio.
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