En
tierras de Las Merindades, al noreste de Burgos y a la orilla del río Ebro se eleva
sobre un peñasco la ciudad de Frías, pequeña, medieval y bonita. El tiempo se ha detenido aquí: pasear
despacio por sus calles en cuesta, estrechas y con un notable sabor medieval
nos retrotrae fácilmente a cómo imaginamos la Edad Media. El castillo, en lo
más alto, pone la guinda al conjunto, ya nombrado en el año 867. En definitiva,
un lugar digno de ser visitado y con la debida tranquilidad, sin premuras.
He
hallado una francamente buena y completa información acerca de Frías en la web
del Ayuntamiento; echad una ojeada en:
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