La
catedral de Santa María se ubica en el corazón del casco viejo de la ciudad, en
lo alto del cerro que domina los ríos Adour y Nive. Varias iglesias la
precedieron y fueron destruidas por los incendios. Así, el edificio actual se
comenzó a construir en el s. XII y se terminó a mediados del XVI. Durante el s.
XIX se realizaron diversas restauraciones y modificaciones, particularmente en
la fachada y las vidrieras. Tiene forma de cruz latina, de 80 m. de largo y 33
de ancho.
Llama
poderosamente la atención la nave central, de 26,5 m. de altura que comprende
siete tramos de tres pisos. Por encima de los arcos ojivales, las vidrieras del
Renacimiento conservan sus bellos colores. El conjunto proporciona visualmente
la sensación de amplitud y elevación.
Subsisten
tres partes del claustro, que forman un conjunto gótico homogéneo aunque con
gran variedad de detalles.
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