En
la Reserva Natural de Urdaibai, al lado de la cueva de Santimamiñe, el pintor y
escultor Agustín Ibarrola realizó el Bosque animado, para simbolizar la
estrecha relación y armonía entre el hombre y la Naturaleza.
Consiste
en un bosque de pinos de Monterrey, en cuyos árboles realizó Ibarrola pinturas
que forman entre varios árboles diferentes figuras: humanas, animales y
geométricas, que se convierten en “habitantes” mágicos del bosque y son
visibles desde diferentes posiciones del observador.
Desde
el caserío Lekiza sale una pista que en casi 4 km. y 40-45 minutos, siempre ‘picando’
hacia arriba y con los 250 últimos metros de fuerte bajada, os situará en el comienzo
del conjunto.
¡No
vayáis a las cuatro de la tarde, con fuerte sol, después de haber comido
francamente bien en Lekiza...!
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