Pues en efecto, hemos vuelto; en efecto, hemos hecho el tercio central de Jaizkibel, en sentido contrario: desde ‘Justiz’ hasta el arranque del camino que sube al antiguo campo de tiro (¡estupendo repecho dando la espalda al mar!); hemos hecho fotos nuevas (tras más o menos el mismo jadeo mencionado) y, sobre todo, hemos recorrido la que seguramente sea la zona de Jaizkibel de belleza más espectacular (justo donde decidimos encaminarnos a la carretera la vez anterior), y aquí no me importa repetirme diciendo que no hay máquina fotográfica capaz de recoger semejante espectáculo: los contrastes de color, las formas, las profundidad de las oquedades, las tonalidades y la luminosidad del cielo y del mar conforme iba avanzado la mañana y despejándose de nubes; hay que vivirlo y verlo -aunque sea aprisica-. Prácticamente cuatro horas de puro deleite para los sentidos.
He seleccionado 17 fotos y no soy capaz de descartar ninguna de ellas, de modo que habrá una segunda parte...
No me olvidaba: si la construcción del puerto exterior de Pasaia afecta de algún modo a esta impresionante mezcolanza de vida y rocas -que está catalogada como Lugar de Interés Comunitario (LIC) desde hace siete u ocho años-, habrá que exigir responsabilidad a los ideólogos de la ampliación y a los políticos que la consintieron (y que seguramente no la conocen); podrá no tener impactos directos, pero sí los tiene indirectos, de importante magnitud sobre determinadas especies y determinados hábitats de interés, y ello pese a que se lleven a cabo medidas protectoras tanto durante las obras de construcción como en la posterior explotación de la infraestructura; algo he oído respecto al llamado efecto espray que producen las olas al romper contra el acantilado y que, mira tu por donde, sirve para mantener la vegetación de prácticamente toda la ladera hacia el mar en una superficie de unas 145 Ha. de vegetación, prácticamente una tercera parte de Jaizkibel; el puerto daría al traste con tal efecto no solo en el área directamente afectada (que está más al oeste) sino a toda el área litoral de Jaizkibel.
De lo que no cabe duda es de que la pérdida paisajística sería de primera magnitud.
Os invito desde este modesto blog a que os informéis más y mejor acerca de un proyecto que el propio Ministerio de Medio Ambiente cuestiona y del que emana más que un simple tufillo acerca de que detrás del puerto exterior solo existe una especulación urbanística sobre el suelo de Pasaia...
¿Realmente es necesario rellenar de cemento Jaizkibel construyendo una enorme plataforma portuaria, casi 3 kilómetros de dique con un coste estimado de 765 millones de euros -que a buen seguro se multiplicará quién sabe de qué modo- y un par de túneles a 100 millones c/u., que no estará en condiciones de funcionar plenamente hasta 2022, para rehabilitar la bahía de Pasaia, con la competencia de Bilbao y Bayona a izquierda y derecha?
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