No es fácil fotografiar la niebla; tampoco lo es la lluvia. Hay que retratarlas digamos indirectamente; a la niebla hay que buscarla, hacerla resaltar y contrastarla con el pretexto de fotografiar otras cosas -por ejemplo, árboles-; es como si de alguna manera hubiera que engañarla, pues de lo contrario desaparece, formando un telón de fondo poco fotogénico en general; además, a poco que ayude el viento, comienza a moverse, aprisa, y donde hace un momento no estaba, ahora está... y viceversa, es como si quisiera jugar siempre. Aquí os dejo un poco de niebla y lluvia de Leitzalarrea.
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| Alrededores de Berastegi |
A Leitzalarrea, a 4 km. de Leitza (Navarra), 8 por carretera, se llega por una bonita carretera, estrecha y curvada, ahora mismo en reparación.
En Ixkibar -aparcamiento y zona de picnic- abundan los robles, las hayas, los alisios; en su tiempo la zona se repobló con alerces de Japón, abetos Douglas y abetos rojos y blancos. Una pura maravilla de lugar, desde el que pueden realizarse numerosas excursiones montañeras. La más sencilla es la que lleva a Aritzaundi, donde están los restos del viejo roble caído en 1888. Desde aquí se puede continuar luego por senda o por el camino principal que va de Ixkibar hasta el abetal de Izaieta. Aquí, además de admirar los pinabetes de más de cuarenta metros de altura, se puede visitar el jardín botánico creado en el entorno.
Curiosamente Leitzalarrea encierra una paradoja: en euskera significa literalmente el pastizal de Leitza, lo cual parece hacer referencia a los prados que en su tiempo allí existían antes de la repoblación mencionada.
Otro día me ocuparé del precioso riachuelo que discurre por Ixkibar.
Hay abundante información respecto del lugar en Internet.
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