Hemos pasado una buena semana en Matalascañas, en un entorno tan incomparable como es el Parque Nacional de Doñana, que literalmente envuelve la urbanización (un tanto caótica) turística; nuestro hotel se encontraba justo al final este de la playa urbana, más hacia el este ya solo playa, dunas y marisma hasta llegar a la desembocadura del Guadalquivir, como límite oriental del Parque. Ya en abril de 2010, con 'base' en Punta Umbría, habíamos hecho la típica incursión en todoterreno: ida, desde Matalascañas a la desembocadura y regreso por la playa aprovechando la bajamar: una auténtica borrachera de paisaje, buscando algún ejemplar de la cumplida variedad faunística del Parque, pero los animales brillaron por su ausencia: seguramente hartos de "posar" para turistas y fotógrafos aficionados, se habían toma la tarde libre…; de cualquier modo el paseo es altamente recomendable. En https://jrcfcmc.blogspot.com/search/label/Doñana hay alguna foto al respecto.
Playa de Matalascañas: siempre la misma, siempre distinta |
Para conocer la parte más cercana del Algarve portugués nos
acercamos por Ayamonte a la pequeña aldea de Caçela Velha, un
precioso enclave elevado con deslumbrantes vistas a una ría y al Atlántico, con
una mezcla de colores, en la que predomina el azul del cielo; en torno a su
plaza se hallan una fortaleza del s.XVII y una iglesia del s.XVI-VIII.
Ayamonte |
Caçela Velha |
De allí nos dirigimos a Tavira, una pequeña localidad del Algarve oriental, atravesada por el río Gilao, que desemboca en las lagunas del parque natural de Ría Formosa. Paseamos por el laberinto de callejuelas empedradas, con reminiscencias árabes, con casitas tradicionales azulejadas y un sinnúmero de iglesias: 27 nos informan. Destaca la Iglesia de Santa María del Castillo, junto a la cual vemos las ruinas de Castelo de Tavira.
Almonte y Aldea del Rocío
Eran la asignatura pendiente, estas dos localidades, distantes tres leguas y unidas por la devoción a la Virgen del Rocío.
Almonte es una villa de más de 24.000 habitantes, situada entre las campiñas vitícolas del condado onubense y las marismas del Guadalquivir: viñedos, olivares, encinares y pinos, cotos, dunas, marismas y playas conforman la "oferta" de este precioso rincón de Andalucía.
En la actualidad, y debido a la pandemia por COVID-19 aloja de forma extraordinaria la imagen de la Virgen del Rocío desde el 19 de agosto de 2019, debido a la cancelación de la romería de los años 2020 y 2021; el próximo 29 de mayo tendrá lugar el traslado de la imagen a la Aldea del Rocío desde la parroquia de la Asunción que la aloja actualmente.
El origen de la Aldea del Rocío está vinculado a la
devoción a la Virgen del Rocío desde muy antiguo, hay referencias
documentales de la existencia de la primitiva ermita de Santa María de las Rocinas,
que así se llamó la imagen en un principio hasta mediados del s.XVII. Fue
construida probablemente por el rey Alfonso X el Sabio a finales del s.XIII. Dicha
ermita permaneció levantada hasta 1755, fecha en la que quedó destruida por el
terremoto de Lisboa. La nueva ermita perduraría, con una importante reforma en
1915, hasta 1963, año en el que se demolería por completo para construir un
nuevo santuario, el que podemos contemplar en la actualidad, y que fue inaugurado
y bendecido en abril de 1969. El lugar
es sorprendente por la riqueza de matices que guarda en cada rincón. La Romería es la fiesta principal dedicada a la Virgen del
Rocío; se trata de una fiesta de gran tradición y conocida mundialmente que se celebra
durante los días previos a Pentecostés, por lo cual su fecha es variable y
oscila entre mayo y junio. En 1980 la Romería de El Rocío fue declara Fiesta de
Interés Turístico Internacional.
Flamencos (Phoenicopterus ruber) |
Espátula (Platalea leucorodia) |
Como siempre inmejorable reportaje literofotografico
ResponderEliminarAgradezco mucho tu amable comentario. Seguramente es mejorable... ¡Gracias!
EliminarJesus, como siempre magnífico reportaje fotográfico y concretas referencias al entorno que explican y mejoran aún más los lugares que visitas. Me gustan especialmente las puestas de sol con la playa sirviendo de suelo. Preciosas. Juan A Velasco
ResponderEliminarGracias, Juan, mil gracias. En las puestas de Sol solo hay que estar en el momento y lugar adecuado, la Naturaleza pone el resto del espectáculo. Una lástima que no se note el frío a la orilla del mar con el vientecillo constante... un abrazo.
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