Estamos
ante un soberbio ejemplo de arte románico-mudéjar, en su fase ya madura; fue
construido en el s. XIII totalmente en ladrillo.
Llama
la atención su torre tronco-piramidal de cuatro cuerpos: el inferior de arcos
ciegos, los dos superiores con cuatro vanos de arcos doblados y el último de
cinco vanos rodeados de arco sencillo. Su campanario sirvió de modelo a otros
muchos construidos en Castilla y en León.
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