Vamos
a hincarle un poco el diente a la zona del Baztán (Navarra) y hemos decidido
comenzar con Peñaplata (756 m.).
De
modo que nos acercamos a Etxalar y subimos hasta el puerto de Lizarrieta, donde
dejamos el coche. Arrancamos por una cómoda pista -que tomaremos y
abandonaremos repetidamente- y que nos adentra en el territorio de las
palomeras, donde enseguida comenzaremos a ver los elementos necesarios para
esta modalidad de caza, que se practica desde hace siglos. Suspendidas de dos
travesaños se colocan en vertical las redes en los collados; los palomeros se
sitúan en las trepak, torres de
considerable altura y avisan de la llegada de los bandos de palomas. Estas
llegan en sentido norte-sur y, cuando algún palomero las divisa, lanza un grito
de aviso al palomero jefe, que se encuentra en la trepa principal y es quien dirige la caza: toca una corneta y los
palomeros lanzan al aire unas paletas pintadas de blanco que las palomas
confunden con aves rapaces; al mismo
agitan las zatarras o
chatarras -trapos blancos- y gritan con fuerza. Las palomas asustadas se lanzan
en brusco descenso hacia el bosque para protegerse y quedan atrapadas en las
redes que se encuentran al final del “embudo” por el que hábilmente han sido
conducidas.
La
pista nos va acercando lentamente a nuestro destino ascendiendo y descendiendo
lomas hasta llegar al collado de Irumugeta, al sur de la cumbre, junto a la
muga 56, aquí buscamos el paso hacia el este en una pala herbosa desde la que
mirando atrás y a la izquierda vemos Peña de Aia, La Rhune, La Nivelle hasta el
mar y el pueblecito de Sare. La mole de Atxuria nos preserva del viento, vamos
rodeándola por el sur-este, ganando altura hasta encontrar el paso que nos
remonta a la cresta, que recorremos hasta la cumbre.
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Trepak |
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Nuestros amigos siempre vigilando |
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La Rhune, La Nivelle |
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Nuestro destino |
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Al fondo algo de nieve, posiblemente Mendaur |
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