Pues
aprovechando la prevista bonanza meteorológica, el equipo se desplazó en tren (“Topo”
+ SNCF) a St. Jean de Luz, con la idea de regresar lógicamente a pie a Hendaya,
para de nuevo tomar el “Topo” de regreso a San Sebastián.
La
parte incómoda del recorrido es llegar de la estación al faro pequeño de Sokoa,
donde comienza un sendero que discurre entre el acantilado y la carretera (en
realidad es un tramo del sendero que une por la costa Bidart y San Sebastián [http://www.pirineosatlanticos.com/]).
A partir del faro, el estrecho y marcado camino hace lo que puede para
acercarse al precipicio por la derecha y separarse de la carretera por la
izquierda...: a veces lo consigue y a veces no, el tráfico discurre apenas a un
metro del caminante y la cosa no da para más; cuando camino y carretera se
separan lo suficiente como para que se oiga el mar la excursión cobra sentido.
En
definitiva, 17,7 Km. en tres horas y media -paradas de almuerzo, fotos y tal descontadas-, justo para mantener el tono
muscular, un cielo espectacular y el sol que justo iniciada la primavera tiene
ya un notable poderío.
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Nunca se sabe por dónde puede llegar el enemigo... |
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¡Espectacular! |
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El flysh es un fenómeno constante a lo largo de la costa |
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Atravesamos el dominio de Abbadia y... |
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...el itinerario termina en la inmensa playa de Hendaya... |
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...a tiempo de tomar el avión de regreso a casa. ¿O era el "Topo"?) |
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