miércoles, 2 de noviembre de 2011

La Gomera: 20.OCT.2011

La Gomera merece -y precisa- un espacio aparte, porque es un espacio aparte, un lugar aparte, un mundo aparte; la sensación es que el tiempo se ha detenido, o que la velocidad es otra; no es una sensación única, es una mezcolanza para mi difícil de describir...
Seguramente aquí se hace bueno aquello de que media docena de imagenes valen más que seis discursos; en cualquier caso, si tuviese que resumir La Gomera en una pocas palabras, serían: maravillosa, decadente, luminosa, abrupta.
Aquí se agranda la diferencia entre lo que el ojo humano ve (y disfruta, y memoriza) y lo que 'memoriza' y reproduce la película o el sensor de cualquier cámara fotográfica, me temo que por grande que sea.

El bosque de laurisilva propio del P. N. de Garajonay

En el límite del parque, el Roque Agando (1075 m.).
Aquí se separan muy drástica y visiblemente la zona húmeda del Parque de la seca y árida del norte de la isla.
Panorámica de San Sebastián de la Gomera: ¿qué poco parecido, verdad?
Pero no deja de tener su encanto, que tiene mucho que ver con su colorido.
 A treinta y pocos kilómetros Tenerife

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