Es inevitable -y sería imperdonable también- estar en León y no echarle una ojeada a su catedral. He aquí algunos detalles. Es curioso observar cómo responde la piedra caliza a las distintas iluminaciones: en mi opinión devuelve más y mejor de lo que recibe.
La siempre preciosa Catedral de León. Buenas fotos Jesús, tienes que poner alguna más de este bello edificio.
ResponderEliminarRecuerdo la primera vez que visité la catedral; estaba lloviendo, pero todo bien. Al día siguiente el día salió despejado, volví a la catedral para apreciar los hermosos tonos de sus vidrieras... ¡aquel interior me pareció otro!¡Un lugar totalmente diferente!
Sebas
Comparto tus sensaciones, Sebas; y si tienes la suerte de que el organista esté "haciendo dedos", por ejemplo con la "Tocata y fuga" de Bach pues ni te cuento.
ResponderEliminarComo los aragoneses con La Pilarica, cada vez que voy a León no puedo evitar entrar máquina en ristre y disparar... hasta que el canónigo (o el VJ) me echa la vista encima; los 'guiris' tirando de flash no importan... va a por mí directamente...; la 'pintilla' de buitre me delata, por lo visto.
¡Vuelve de cuando en vez!
Aio.