viernes, 15 de abril de 2011

Zumaia-Deba (semifrustrada): 14.ABR.2011

A la vista de las previsiones de bonanza meteorológica, decidimos Álvaro y yo echar una ojeada a la rasa mareal y a los espectaculares acantilados -flysch- entre Zumaia y Deba. Escasos 14 kilómetros, un par de “puertos” casi puntuables y un conjunto paisajístico de chuparse los dedos; a más, a más, una mañana espectacular y algunas nubes por el oeste que ayudaron a realzar el paisaje.

Antxon nos acercó amablemente en coche hasta la ermita de San Telmo (9 de la mañana), y nos acompañó en la primera hora de recorrido (Galarreta?).

Un pequeño y primer error: la hoja con la descripción del recorrido decidió quedarse en casa; esto, y un poste indicador derribado de raíz en el punto crítico del itinerario, contribuyeron al fracaso -parcial- de la excursión…

Pues bien, llegados al barrio de Elorriaga, sin un motivo razonable, ni siquiera conocido, abandonamos la marca roja y blanca que tan confortablemente nos traía, por la amarilla, es decir: pasamos a seguir el recorrido del Camino de Santiago (modalidad Costa), estupendamente asfaltado, que nos llevaba hacia Itziar. Lo abandonamos instintivamente, pero no a tiempo de evitar llegar a estar [tres infinitivos casi seguidos, ¿puede ser esto?] sobre la gasolinera de la autopista: la mezcla de asfalto y ruido era simplemente un infierno para nuestros pies y oídos (para los míos también). Preguntamos (¿aun a tiempo?) y resultó que nos habíamos saltado lo esencial del camino: las rasas mareales de Sakoneta y Mendata, vamos, las verdaderas joyas de la corona.

Momento pues crítico, este: estábamos a una hora de Deba…: por lo cual decidimos volver a nuestro origen, ¡PERO!, siguiendo el GR-121 y sus cómodas marcas rojas y blancas -a veces muy muy desdibujadas- que podíamos fácilmente retomar, es decir, acercarnos al máximo al borde del mar.

Realmente fue una decisión sabia: Sakoneta es sencillamente espectacular y justifica sobradamente el “exceso de kilometraje”, como podéis contemplar aquí abajo.

Un mantenido repecho nos devuelve al collado de Etarte, desde el que bajamos a Zumaia, pasando por los verticales y muy vistosos taludes rocosos de punta Mariatón.

A las 16:30 tomábamos el tren de regreso a Donosti; las teóricas cuatro horas se habían convertido en prácticamente siete; estábamos saludablemente cansados pero habíamos aprendido en detalle el precioso y recomendable camino entre Zumaia y Deba. ¡Volveremos!



Rasa mareal de Sakoneta  (y las restantes )

Aunque lo parezca, NO ES la curvatura de la tierra, es la lente.
Al fonso el cabo Matxitxako.



Con perdón: rasa mareal o plataforma de abrasión es una pequeña superficie llana formada en la línea costera por la erosión producida por las olas en los acantilados. Con la bajamar, la rasa mareal aflora a la superficie con toda su rica biodiversidad.

2 comentarios:

  1. Buen trabajo Jesús.
    Un placer verte por estás lides.
    Creo que tengo una brújula por algún lado, je, je, je.
    Un abrazo,

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  2. ¡Y yo!, y GPS Agus, pero es que donde no hay mata no hay patata...; ¡como coja al que tiró el poste!

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