Trujillo
Su
localización privilegiada y su estratégica situación sobre un enorme batolito
granítico da una idea de la importancia que ya en la prehistoria y en la época
prerromana se produjesen importantes asentamientos humanos que
"atrajeron" a los romanos hasta la denominada Turgalium para
establecerse en ella. Más tarde llegan los árabes que hacen florecer y ampliar
su importancia militar y comercial a la denominada Torgiela, en torno a la
alcazaba, edificada en la parte más alta de la ciudad. Reconquistada en 1232,
las familias nobles -los Altamirano, Bejarano, Chaves, Orellana o Pizarro-
pueblan la ciudad; Juan II le otorga dicho título. Al descubrimiento de América
y más concretamente a trujillanos descubridores como Francisco Pizarro, Diego
García de Paredes, Alfonso de Monroy, Francisco de Orellana o Hernando de
Alarcón, debe Trujillo el gran impulso arquitectónico de una de las ciudades
más bellas de Extremadura y también de las más visitadas.
Pese a no
querer recibirnos con sus mejores galas, creo que algo de provecho sacamos,
paseando por la ciudad paraguas y cámara en ristre.
Hervás
Ya de
regreso entramos a Hervás a conocer su famoso barrio de la judería.
Hervás está
situada en la falda de la sierra de Bejar, en el valle de Ambroz y perteneció a
la localidad salmantina del mismo nombre hasta 1816; en este año se le concedió
el título de villa, pasando a formar parte de la provincia de Cáceres en 1833.
Fueron los
monjes templarios quienes crearon los asentamientos que edificaron bajo la
protección de mártires san Gervasio y san Protasio (de ahí el nombre del
pueblo, según algunos). En internet hay abundante información acerca de Hervás
y de su historia (p. ej.: https://es.wikipedia.org/wiki/Herv%C3%A1s).
* * *
Y hasta
aquí nuestro viaje.
Cáceres, y
creo que puedo ampliar mi opinión al resto de Extremadura, nos ha obsequiado
con su mejor capital: las personas; nos han tratado de maravilla: atentos,
serviciales, amables, cordiales, con un genial sentido del humor; a veces ha
bastado un gesto en nuestra cara para que espontáneamente la gente, tanto de la
capital como de cualquier pueblo de los visitados, se dirigiese a nosotros para
ayudarnos: orientando, informando, aconsejando... ¡genial! También nos ha
llamado la atención la cantidad de gente que tiene familia o ha vivido y
trabajado en Euskadi, porque siempre se han interesado por nuestro origen (no
solo en las oficinas de Turismo) y los buenos recuerdos que muchos de ellos guardan
de esta tierra, lo cual es muy de agradecer. ¡Inmejorable sabor de boca!
Gracias por todas esas fotografías y por acercarme un "poquino" a mi otra casa. Un saludo, Jesús
ResponderEliminarNo se merecen, para mí (nosotros) ha sido un placer que encantados repetiríamos.
ResponderEliminarUn abrazo Sebas.