Hacía ya cierto tiempo que no me daba una vuelta por Adarra. Aprovechando que el día amaneció claro y limpio de nubes, me acerqué a Besabi, de donde arranca el camino más frecuentado a la cumbre. Asomaba ya el sol, pero el monte se interponía entre él y yo: 1,5º C.
La idea era conocer los crómlech de Eteneta y Elurzulo, en los alrededores, cerca de la cima del monte. Haciendo un rodeo -que ayuda a hacer más suave, aunque más larga, la subida- por el camino siempre húmedo y embarrado que bordea Adarra por el oeste nos situamos cerca las campas y del collado de Eteneta, antes de ir a la cumbre y de bajada vamos hacia el norte, pasando por Elurzulo: tres pájaros de un tiro.
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| Interesante panorámica desde la cumbre norte de Adarra: a la izquierda, al fondo, sobresale Txindoki; en el centro, también al fondo, la Sierra de Aitzgorri; a la derecha., algo más cercano: Hernio y Gazume. |
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| Al fondo, como casi siempre Peña de Aia; en medio Urdaburu, del que hablamos en la entrada del 25 de enero. |
Adarra (811 m.) es la montaña que domina la comarca de Donostialdea. En sus alrededores hay más de 50 dólmenes y crómlech, repartidos irregularmente por las preciosas praderas entre Onyi (544 m.) y el pueblo de Arano (360 m.). Es la cumbre que multitud de montañeros guipuzcoanos eligen para dar la bienvenida al nuevo año cada 1 de enero.
Eteneta es un formidable crómlech de 4,5 m. de diámetro, compuesto por numerosos testigos de entre 20 y 45 cm., excepto uno, que sobresale con más de 2 metros de altura (3 m. contando la parte enterrada); en el momento de su descubrimiento se hallaba tendido, fuera del recinto. Fue descubierto por K. Mariezkurrena.
Elurzulo (agujero [para] nieve, en castellano) es un crómlech tumular de 11 m. de diámetro y medio metro de altura. Son visibles 57 testigos, compuestos de cuarcitas, pizarras y areniscas del terreno.
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