La semana
pasada, los días 3, 4 y 5, Leire, mi nieta mayor, y yo, decidimos celebrar su
vigésimo aniversario con una visita turística a León: alquilamos un piso en la
capital y nos dedicamos a visitar los edificios y lugares a mi juicio más característicos
de la ciudad; y en la provincia, hicimos algo parecido en Astorga y Castrillo
de los Polvazares.
La
lluvia fue nuestra compañera los tres días, en algunos momentos auténtica
enemiga, particularmente cada una de las mañanas, y el paraguas compañero
inseparable.
También
fueron compañeros, amigables donde los haya, el Prieto picudo y el Mencia, sin
olvidar el Tempranillo, Verdejo y Garnacha, entre otros, variedades vinícolas
con denominación de origen en León, inmejorablemente acompañadas de las famosas
tapas, en las que no se escatima la cecina y el chorizo de la tierra, los
callos, el jamón, la tortilla y un largo etcétera de “acompañamientos” que
ayudan lo suyo en el callejear por el Barrió Húmedo y en la visita a los edificios
característicos (en León, perpetuamente en obras).
En
cuanto al “acompañamiento literario” de las fotos, he prescindido casi totalmente de él: en
Internet encontraréis más que cumplida información de cada edificio
fotografiado, de las ciudades -León y Astorga- y de los pueblos -Castrillo de
los Polvazares-; me limitaré pues a un breve comentario introductorio.
El
tiempo no ha dado para más, lo cual no es del todo malo: queda mucho que ver y
fotografiar, particularmente en la provincia, lo cual nos lleva a pensar que,
como a Leire le quedan muchos cumpleaños por delante -no tantos a mí, claro
está- volveremos, muy probablemente a repetir con otros pueblos, rincones y
paisajes que, afortunadamente, abundan en la provincia. Más adelante, ella
continuará por sus medios en el descubrimiento de León y del resto del mundo si
le place.
Aprovecho
para animaros a visitar León: proveeros de una cámara -también vale el teléfono
móvil, pero menos-, un buen mapa y/o GPS, calzado cómodo, documentaos un poco, y para
allá; no olvidéis el apetito y un poco de reseco…
*
La
casa de Botines es un edificio de estilo modernista en el centro de la ciudad,
al lado del Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial. Fue
diseñado por Antoni Gaudí en 1891.
Originalmente
fue almacén de tejidos; más tarde fue sede de la Caja de Ahorros y Monte de
Piedad. En la actualidad alberga el Museo Casa Botines Gaudí y forma
parte de una candidatura conjunta para ser reconocido como Patrimonio de la
Humanidad
Como
curiosidad, tiene 365 ventanas y es uno de los tres edificios que Gaudí realizó
fuera de Cataluña, junto con el Palacio Episcopal de Astorga (León) y la Villa
Quijano (El Capricho), en la villa de Comillas (Cantabria.
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Puente romano |
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Plaza del Grano (las cuatro) |
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Alfonso V |
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El león asoma desde las profundidades |
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Palacio episcopal (las cuatro) |
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Mi paraguas y yo, juntos todas las mañanas |
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Leire, estupenda compañera de viaje |
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San Marcos (9 fotos) |
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Casa Botines (4 fotos) |
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Monasterio de las Concepcionistas |
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Calle de la Rua (2 fotos) |
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Plaza Mayor (en obras, qué lástima) |
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Archivo Histórico, antigua cárcel |
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