POZO DE LOS HUMOS
Desde
nuestro confortable "campamento base" en León, nos dirigimos (vía
Benavente - Bermiyo de Sayago - Trabanca) a Pereña de la Ribera; estamos en el
espacio natural Arribes del Duero: noroeste de Salamanca y suroeste de Zamora.
Por
una pista de tierra bastante echada a perder llegamos al aparcamiento desde el
cual, ya a pie, en un par de kilómetros siempre bajando -lo notaremos mejor al
regreso- por una amplia pista, en un entorno de encinas y robles, y con gran
cantidad de matorral de jara pringosa, torvisco y escoba, sobre un suelo de
granito, en un potente y precioso paisaje... arañado hasta la exageración por
conducciones de alta tensión, que cruzan un profundo valle en todas las
direcciones imaginables.
Llegamos a un mirador
natural en la empinada ladra del río Uces: el caudal de la sensacional cascada
de El Pozo de los Humos presiden el
profundo cañón fluvial, modelado por la erosión del agua en el granito. La
cascada, cuyas aguas pertenecen al regato de la Cibera, efectúa una vistosa
caída de 50 metros.
MIRANDA DO DOURO
Después
de comer en Masueco (otro punto de acceso al Pozo de los Humos) pensamos que
seguramente en el cercano Portugal podríamos tomar un buen café, de modo que
nos dirigimos a la cercana Miranda do Douro, que tiene la particularidad de
formar parte del Parque Natural do Douro Internacional, es decir, la versión
lusa del Parque Natural de los Arribes del Duero, que allí discurre literalmente
encajonado entre profundos y verticales cañones graníticos.
Delicioso
el café en el Parador Santa Catarina, colgado sobre el Douro: formidable
postal. Paseamos luego por el limpio y cuidado casco antiguo de la ciudad hasta la iglesia mayor (antigua catedral).
No
compramos (!) toallas ni muebles.
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