lunes, 2 de enero de 2012

Chillida-Leku: 22.MZO.2010



Inaugurado en setiembre de 2000, diez años después, el 31 de diciembre de 2010, debido según parece a la crisis económica, cerró sus puertas al público uno de los más hermosos jardines-museo que conozco (¿os acordáis de Santxotena?*).

En 1984 Eduardo Chilida adquiere una gran parte de la finca Belzunce, en la que se encuentra en estado ruinoso el caserío Zabalaga. Posteriormente adquiere más terreno, hasta las 12 Ha. actuales. La idea era dejar al aire libre las obras de acero para completar el proceso de oxidación, antes de ser expuestas o vendidas; pero con el paso del tiempo Chillida-Leku se convierte en un excepcional museo escultórico al aire libre, de modo que deja de ser simple depósito y se convierte en colección de 50 años de obra in situ.

En el caserío Zabalaga (s. XVI), perfectamente restaurado con toda la estructura de madera a la vista por el arquitecto Joaquín Montero, se encuentra una selección de la obra menor de Chillida: granitos, alabastros, hierros, yesos; en la planta superior encontramos al Chillida más íntimo: dibujos, esculturas y hierros de la primera época, así como las Lurras y las Gravitaciones, importantes en su obra porque de ellas surge uno de sus elementos esenciales: el espacio.

En resumen, se trata de un magnífico parque de esculturas al aire libre con una cuidada exposición en el interior del caserío, que plasma de modo perfecto la visión de la forma, el espacio y el tiempo acumulado de Eduardo Chillida.

Las recientes conversaciones entre la familia Chillida y las instituciones no parecen dar pie a una pronta reapertura de Chillida-Leku; la crisis, me temo, tampoco ayudará demasiado. ¡Ojalá me equivoque!











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