viernes, 4 de diciembre de 2015

Cascada de Xorroxin (Erratzu) e Infernuko Errota (Molino del Infierno), Barrio de Orabidea, Lekaroz (ambos en el valle Valle del Baztán, NE de Navarra): 03.DIC.2015



Xorroxin

De buena mañana, con una temperatura y ambiente ideales (0º C, sin viento) y una visible helada en los praderíos de los alrededores, nos hemos acercado hasta Erratzu, una de las localidades que forman el Valle del Baztán, cuya cabecera y ayuntamiento se hallan en Elizondo.
Caminamos por una pista asfaltada hasta Gorostapolo; justo a la entrada del pueblo se encuentra la Nahigabeetako Amabirginaren Ermita (ermita de la Virgen de la Soledad); allí comienza una calzada enlosada que nos lleva a la orilla de la regata de Iñarbegi, uno de los manantiales del río Bidasoa, que cruzamos cómodamente por un puente.
Nos vamos adentrando por un húmedo aunque bien marcado sendero, jalonado de castaños y alguna que otra haya. En un determinado momento, cuando ya oímos rugir la cascada, el camino termina abruptamente: hay que cruzar la regata; unos descalzos, otros con la ayuda de los bastones y otros en puro equilibrio (somos cuatro) sorteamos la corriente saltando sobre las inestables piedras; no hubo que lamentar heridos. Estamos justo al pie de la impresionante y caudalosa cascada, en medio de un ambiente muy frío y húmedo y sobre un suelo abundante en musgos, líquenes y helechos.
Tras las fotos, volvemos dando un pequeño rodeo, disfrutando del paisaje y del sol que se ha adueñado ya por completo del valle y de los prados, entre amagos de discusiones filosóficas y fieras críticas al gobierno, a la oposición y a los aspirantes…, ¡hay para todos!

Nota: si alguna vez acudís al precioso lugar, cosa que os recomiendo vivamente, unos metros antes del forzoso cruce a pie de la regata, sale un camino por la izquierda que, cómodamente, aunque con precaución, os evitará mojaros los pies, pese a que avisa de que “por allí no es”…


La helada se deja sentir...
 




El sol comienza a abrirse paso en el valle.



Gorostapolo (ya de regreso por distinto camino).
Lleno por completo de chuletas...
 

Nuestro amigo Alkurruntz
Precioso retablo de la iglesia de Erratzu, muy bien cuidada y esmeradamente limpia.


Infernuko Errota

Un corto y cómodo recorrido nos lleva por un camino en el que las hayas y los castaños apenas dejan pasar la escasa luz solar en esta época del año; sendero de brujas, lamias, agotes y duendes, cargado de magia, que nos acerca, no sin antes encajonarse y hacerse más estrecho a medida que toma altura respecto de la regata del Infierno, de la que discurre paralelo a partir de Etxebetxekoborda (con frontón, una pequeña piscifactoría y restaurante), al Infernuko Errota, que surge repentinamente colgado unos metros bajo nuestro sendero.
Completamente restaurado y en uso, sirvió como infraestructura a la que los habitantes de los pueblos vecinos del valle acudían para conseguir harina de maíz, al tiempo que traían a pastar su ganado a los verdes prados de los alrededores, a hacer carbón y a recoger madera.
A partir de los años 70, ya en desuso, el molino se hallaba muy deteriorado; la familia propietaria del restaurante, con ayuda del Príncipe de Viana, lo restauró en los 90.


Antxon contempla el desarrollo en superficie de la raíz del haya.
Vamos por el buen camino...
 


Interior del molino (gentileza de Josean, a mí me la jugó el flash).
Justo antes del molino





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