martes, 25 de febrero de 2014

Noja e Isla (Cantabria): 22.FEB.2014

Tomando como referencia y "campamento base" Argoños, hemos pasado un fin de semana con los Roncal y los Blanco en el norte de Cantabria, moviéndonos desde el cabo de Ajo por el oeste a Castro Urdiales por el este, casi siempre por la costa, en la comarca de Trasmiera. Para los amantes del detalle, estamos en Las Siete Villas, integradas por los municipios de: Bareyo, Arnuero, Noja, Meruelo, Argoños, Escalante y Santoña. No entraremos en la discusión acerca de si Santoña es o no "capital" del conjunto..., acaso sí sea el municipio más grande y para algunos, muy muy forofos, la capital del mundo de la anchoa en conserva.
Noja es un bonito pueblo, de unos 2.600 habitantes, en el que nos llama la atención la no existencia de una 'parte vieja' o su equivalencia: prácticamente todas las edificaciones son relativamente nuevas, ya en bloques -de a lo sumo cuatro o cinco alturas- o en villas; lo achacamos a que en el pueblo no hay puerto: la costa es escarpada y no hay lugar para el refugio. Sorprendente también es la playa de Trengandín, con un entramado de rocas que parecen sembradas en el agua y producen un agradable efecto visual. Un precioso y cómodo paseo por la orilla del acantilado nos lleva... casi a la playa de Ris: la lluvia se empeña en hacernos retroceder y nos obliga a refugiarnos en la cerveza y las tapas del centro del pueblo.




Playa de Trengandín
 



Acantilados
 

Isla es un bonito lugar, perteneciente al municipio de Armuero; la parte más cercana al mar es el barrio de Quejo -que se integró y se separó de Las Siete Villas-.
Nos sorprende contemplar cómo la pleamar inundó en un decir Jesús los arenales que preceden a la zona de marisma, es decir, ver subir muy rápido la marea e inundar una playa en cuestión de segundos...
Desde la Punta de Ardanal disfrutamos de una preciosa vista del islote de San Pedro y el Peñón del Águila, ya en Noja.









Tan interiorizado como tenemos los de nuestra generación aquello de "Machichaco en Vizcaya, Ajo en Santander, Peñas en Asturias, etc." y teniéndolo tan a mano, no podíamos perdernos el 'famoso' cabo. El mar batía fuerte, ya en franca pleamar y la playa pues... realmente no invitaba al baño, pese a la bonanza de la tarde, qué queréis que os diga...


 

Como resumen: estupendo fin de semana (a la lluvia estamos más que acostumbrados y a dejar los paraguas en el maletero también), ¡altamente recomendable! La costa cantábrica no tiene un solo metro de desperdicio desde Hondarribia a El Ferrol (bueno, si podéis evitar Muskiz, pues mejor).

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