Situada
en la Costa Central de Cantabria, Santillana tiene un fácil acceso por
carretera; por su municipio discurre la versión llamemos ‘costera’ del Camino
de Santiago.
Llama
poderosamente la atención la excelente conservación de su patrimonio artístico:
era esta una fama que conocíamos y que nos ha traído a visitarla.
La
villa se ha desarrollado en torno a la colegiata de Santa Julia (s. XII); sus
casas, de cuidadas fachadas, corresponden en su mayoría a los siglos XVI a
XVIII. Al recorrer lentamente las calles empedradas de Santillana, la sensación
de hallarnos en la Edad Media es muy real -bueno, algún que otro coche nos
obliga a apartarnos y rompe momentáneamente el hechizo de desplazamiento al
pasado -flashback que dicen algunos-;
pese a todo resulta muy agradable.
Colegiata de Santa Juliana (también la anterior y la penúltima) |
Casa de los Quevedo y Cossío |
Palacio de Velarde |
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